martes, 10 de mayo de 2016

AHORA ES TIEMPO DE CONSTRUIR EL PARTIDO COMUNISTA



Tras la resolución de la afiliación y simpatías de Izquierda Unida que avala una convoncatoria en conjunto con Podemos para las próximas elecciones estatales del 26 J, el proyecto ciudadanista emanado del 15 M se amplia y fortalece.

A pesar de la falta de un programa definido, de ninguna concreción en como se desarrollará esta coalición, y de una escasa participación en lo global ( alrededor de 20.000 votos ), con el 85 % a favor se da carta blanca a la dirección para un proyecto que cuestiona la lucha y la organización del pueblo trabajador como motor de cambio, y que llama al " sorpasso " para pactar con el PSOE, uno de los partidos causantes de semejante crisis económica y política, que no cederá en absoluto a su programa de recortes.

Es cierto que en estos momentos una parte de la militancia del PCE, la que asume posiciones de clase, mínima en realidad, está dando una batalla contra el oportunismo que lleva como sello personal el proyecto de IU desde hace décadas, organización adolecida de problemas como el " ultra democratismo ", que ha creado miles de familias y corrientes internas que compiten entre sí, o el posibilismo, optando por la negociación a toda costa frente a la defensa de ideas propias, a la coherencia. A estos obstáculos hay que sumarle una deuda económica sin precedentes en pretendido frente de izquierdas.

Pero esa lucha seguirá siendo en vano. Fueron años de supuestas " refundaciones ", de " bloques políticos y sociales ", y de gestiones nefatas con Llamazares o Paco Frutos, personajes mas interesados en su propio lucro que en dar la batalla al sistema. En un ambiente tan inestable la deriva cortoplazista galopa a pasos gigantescos. No hay freno, el proyecto de la segunda transición es lamentablemente una amenaza para los intereses del proletariado y otras capas de extracto popular. Y en esta montaña rusa imparable quiere jugar una parte, no pequeña, de la base y la dirección de IU.

El plan de la Segunda Transición trata de revalidar la supremacía imperialista que atenta contra la soberanía de los pueblos y al conjunto de la mayoría social. El bloque oligárquico, y esta es la realidad a la que nos enfrentamos como marxistas, solo está interesado en sus propios beneficios, por ello pretende maquillar al Régimen heredado del franquismo con nuevos pactos y gobiernos al servicio del capitalismo ya senil.

Aqui la cuestión de la instauración de una República Popular considero que se hace elemental. A pesar de los que se nos ha dicho, y dice, desde las desviaciones derechistas ( tratando esta cuestión como una reivindicación " que no interesa " o como una simple promesa electoral " ) o izquierdistas ( separando la Revolución Democrática de la Socialista ), la verdad que este objetivo táctico, y así se ha demostrado históricamente, nos permitirá preparar a los trabajadores para la via revolucionaria comunista.

El trabajo por la ruptura democrática ayudará a la acumulación de fuerzas, a la organización permanente de los operarios de este país y a poner al descubierto la naturaleza propia del libre mercantilismo en su etapa globalizadora, agudizando así sus contradicciones aún más si cabe.

Está claro que los avances antes citados para el movimiento comunista gallego no van a venir desde el ya manido " ni de izquierdas ni de derechas ", desde la inexactitud y la ambigüedad. Solo con el arma de la Unidad Popular bien entendida, sobre un programa de confrontación contra el marco político monárquico, que nacionalice los sectores estratégicos, que salga de la OTAN y de la U.E, que propicie una salida federal baseada en la autodeterminación de las naciones, estaremos en condiciones de tomar las riendas de nuestro propio destino.

Indiferentemente del nuevo proceso electoral, de los últimos movimientos del equipo de Alberto Garzón, los leninistas tenemos que estar a la altura y confluir. Algunos ya tenemos la venda quitada y estamos prestos, más otros tendrán de una vez que dejar de un lado ese idealismo tan superfluo de recuperar algo que es irrecuperable ya hace tiempo y ponerse manos a la obra. Se que a algunos camaradas esto no les gustará leerlo, pero ya no hay cabida para la reconstrucción de un proyecto como el PCE, que funciona como correa de transmisión de la socialdemocracia desde hace muchísimo tiempo.

La alternativa, a pesar de algunos vendehumos que se autodenominan Vanguardia Proletaria, pasar por unificar criterios y trabajar conectados desde el debate honesto, avanzando hacia la construcción del Partido Comunista Unificado. Este debe de ser el objetivo de un espacio plural y democrático como el Encontro de Marxistas.

Como tarea principal tenemos, todos los interesados en este objetivo, que preparar una Segunda Asamblea Nacional donde se ponga de una vez encima de la mesa una línea de acción y una mínima estructura orgánica. No hay mucho mas tiempo para las dudas y fantasías, es hora de la acción conjunta y de recuperar nuestra fuerza, aquella que fue capaz de vencer al delirio hitleriano en toda Europa.

Que no decaigan los ánimos! A cumplir!!
José Rivas. 8 de Mayo drel 2016